lunes, 26 de julio de 2010

Se cumplen 57 Años del Asalto al Cuartel Moncada (1 de 2)



Por: Frady Pérez Heredia

Este lunes 26 de Julio, de 2010, a las 5:15 de la mañana se cumplieron exactamente 57 años del histórico asalto al Cuartel Moncada en Santiago, la segunda ciudad en importancia de la hermana República de Cuba.

El domingo 26 de Julio del año 1953, siendo las 5:15 de la mañana, se presentó el joven, Dr. Fidel Alejandro Castro Ruz, al frente de un grupo de jóvenes valiente llenos de heroísmo, en el Cuartel Moncada de Santiago de Cuba y el de Bayamo, simultáneamente, hecho que quedó marcado en la historia de Cuba como el inicio de la Revolución Cubana.

Este grito de rebeldía contra el gobierno dictatorial y criminal del general Fulgencio Batista Zaldívar, quien había cometido un atropello a través del golpe de Estado, la noche del 10 de marzo de 1952, cuando penetró con un escaso grupito de militares traidores al cuartel militar de Columbia, derrocando de esta manera al gobierno constitucional de Carlos Prío Socarrás.

Pocas semanas antes, Prío Socarrás le había salvado la vida al general Batista, cuando un grupo de cubanos, con los cuales Fulgencio Batista tenía deuda de sangre pendiente, les pusieron una emboscada y Prío, al darse cuenta de tal situación, envió un contingente de militares al lugar de la trama para salvarle la vida al traidor militar.

Si la situación fue mala con el gobierno de Carlos Prío, con el gobierno de Fulgencio Batista, se puso peor, porque implantó un gobierno de terror, represión, asesinatos y torturas; además creció el desempleo y la corrupción a todos los niveles.



Para el Partido Ortodoxo Cubano, el golpe de Estado realizado por Fulgencio Batista no fue contra Prío, sino más bien contra dicho partido, que era el que se perfilaba como ganador de las próximas elecciones del primero de junio de 1952, año en que se realizó dicho golpe. Y no es un secreto para nadie que el Dr. Fidel Castro, era miembro del partido Ortodoxo.

El Dr. Fidel Castro, en su condición de abogado se armó de su toga y su código y se presentó ante los tribunales, para acusar formalmente al dictador Fulgencio Batista, por malograr la Constitución vigente publicada en la gaceta oficial del día 8 de Julio de 1940.

Todos los esfuerzos realizados por el joven abogado, Fidel Castro, fueron inútil. Fueron pasando los días, las semanas, y los meses y el violador de las leyes caminando las calles, sin que nadie lo tocara ni lo molestara, el gran violador se paseaba por las calles como un gran señor.

Fue entonces cuando el joven patriota, decepcionado pero lleno de sueños por ver su patria -aunque sea- con libertades mínimas, decidió seguir luchando con un método diferente.

Empezaron a editar dos periódicos clandestinos, los cuales se llamaron: “EL ACUSADOR” y “SON LOS MISMOS”, por estos dos medios dirigidos por Fidel Castro y Abel Santamaría, se concientizaba al pueblo. Y luego con los contactos personales, así fueron reclutando jóvenes estudiantes, obreros, campesinos y profesionales honestos, que no tuvieran ningún tipo de relación con el pasado corrupto.

El joven líder Fidel Castro, en menos de un año había recorrido junto con Abel Santamaría más de cincuenta mil kilómetro, y para esa fecha ya contaban con mil doscientos jóvenes entrenados para el combate, todos venían del mismo seno del pueblo, jóvenes humildes lleno de heroísmo, de honestidad y con una voluntad inquebrantable. Eran todos de una edad entre los veinte, veintidós, veintitrés, veinticinco. Solo uno llegaba a los treinta y era conocido por sus valores morales.

Los jóvenes que planearon el asalto del Moncada fueron los siguientes: Abel Santamaría, José Luis Tasende, Renato Guitart Rosell, Pedro Miret, Jesús Montané y el Dr. Fidel Castro, líder del movimiento.

Un principio muy importante en este grupo de jóvenes fue que no se comprometieron con ningún sector que tuviera cuenta pendiente con el pasado. Ellos todo lo hicieron por su propia y exclusiva cuenta. La parte económica fue el producto de su propio esfuerzo, todos aportaron según su medio, Abel Santamaría vendió su carro, otro vendió su empleo, otro vendió el refrigerador de su casa, otro vendió cinco sueldos de su trabajo y con esa forma de esfuerzo pudieron reunir la cantidad de $16,480.00 pesos.

Como ustedes pueden ver, todo fue a base de esfuerzo y de amor por su patria, ellos no pudieron lograr conseguir llegar ni siquiera a los veinte mil pesos, pero con esos $16,480.00 ellos lograron hacer lo que se propusieron, dar el grito de Guerra como el inicio de la gesta revolucionaria.

Con el dinero colectado compraron las armas que utilizaron en el operativo, alquilaron vehículos para sus movimientos, alquilaron viviendas en diferentes partes del país, compraron tela de kaki para los uniformes militares para la acción.
El autor es de Pedernales, vive en la ciudad de Nueva York.