domingo, 15 de agosto de 2010

Dicen trataron modificar Himno Nacional de RD


Miguel De Camps entrega una obra didáctica y bien documentada; en este ensayo muestra sus dotes de editor y maestro. El diseño de Yissel Casado refuerza su valor educativo

Escrito por: José Rafael Sosa (www.joserafaelsosa)
Escribir un libro sobre un hecho patriótico tan aparentemente conocido como el Himno Nacional es un desafío para cualquier investigador que tenga el compromiso de aportar novedad documental.

El Himno Nacional, cantado y repetido en cada acto oficial, en cada apertura de clases, en cada ceremonia deportiva, en cada reunión o manifestación patriótica y política, deviene en el gran desconocido en su origen e interpretación, al tono de los datos presentados por Miguel De Camps Jiménez, en su libro Para comprender mejor el Himno Nacional dominicano”.



Frustrado un cambio trujillista

El dictador Rafael Leonidas Trujillo oficializó el Himno mediante la Ley 700 del 22 de mayo de 1934, pero al año siguiente comenzaron las voces para que el nombre de Trujillo apareciera en el canto nacional.

En abril de 1935, Telésforo Calderón, subsecretario de Estado de Relaciones Exteriores, planteó en un mitin trujillista, que el nombre del gobernante debía aparecer en el Himno. La propuesta no prosperó

Historia de una Historia

La letra del Himno Nacional fue escrita por el maestro Emilio Prud’homme y se interpretó por vez primera el 17 de agosto de 1893, en un acto con motivo del 20 aniversario de la Restauración de la República en el local de la respetable logia La Esperanza, en Santo Domingo, dice citando a José de Jesús Ravelo en conferencia dictada el 25 de febrero de 1934 en el Ateneo Dominicano.

La música es del maestro José Reyes, quien como instrumentista se orientó hacia el violoncello, con el cual tocó la noche del estreno de su Himno el 17 de agosto del 1893.

Emilio Prud’homme nació en Puerto Plata el 20 de agosto de 1856. Aprendió las primeras letras en la escuela de la maestra Dolores Guerrero, del sector Santa Bárbara.

A los 11 años dejó la escuela y tuvo que enrolarse como tabaquero.

Luego se desarrolló como maestro y tras hacerse abogado, fue juez.

Murió el 21 de julio de 1932 en Santo Domingo.

El libro constituye un referente en su contenido, expuesto amigablemente con la estructura muy educativa de las preguntas con sus respuestas, un lenguaje de fácil asimilación por su diseño artístico y didáctico.

Miguel De Camps

Editor con Maestría en las Escuelas Profesionales de Barcelona. Fundador de Editora Manatí, una de las más destacadas en el mundo bibliográfico. Inteligente y trabajador.
Cortesía de El Nacional.-